El lunes 31 de agosto fue lanzado el Satélite Argentino de Observación con Microondas (SAOCOM 1b) desde Estados Unidos, en el centro espacial de Cabo Cañaveral, por un cohete Falcon 9 de la empresa Space X.
De esta manera se sumó a su hermano gemelo, el SAOCOM 1A -que había llegado al espacio en 2018- y se completó la misión también denominada SAOCOM, que estuvo a cargo principalmente de La Comisión Nacional de Actividades Espaciales (Conae), que es la agencia espacial argentina, un organismo descentralizado que depende del MinCyT y tiene como objetivo el proponer y ejecutar un Plan Espacial Nacional, cuyos ejes fundamentales son la observación de la Tierra, la exploración y la utilización pacífica del espacio ultraterrestre, así como también los desarrollos tecnológicos para uso espacial.
El objetivo de este satélite fue generar información oportuna sobre el territorio continental y marítimo para beneficio del país y de la región.
Uno de los sectores a los que más beneficiará será el agrícola, ya que este satélite que andará dando vueltas por el espacio permitirá medir la humedad de los suelos y alertará sobre potenciales inundaciones, un tema que desde hace mucho tiempo viene preocupando a los productores nacionales.
Además, brindará un soporte en relación al uso de productos químicos para el control de enfermedades en cultivos, en particular para la fusariosis en el trigo. Otra de las utilidades es la posibilidad de prevenir o estimar el impacto de plagas y enfermedades. El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), por ejemplo, usará imágenes del Saocom para evaluar la evolución de las plagas de langostas.
Más al punto, los beneficios que proporciona son los siguientes: Mapas de Humedad del suelo para uso agricultura e hidrología/Mapas de Riesgo de inundación/Mapas de Riesgo de incendios/Riesgo de enfermedades de cultivos/Escenarios para la toma de decisiones de siembra y fertilización/Determinar agua disponible en nieve para riego/Estudio de desplazamiento de glaciares/Estudio de desplazamiento del terreno, pendientes y alturas, entre otras aplicaciones.
Raúl Kulichevsky, director ejecutivo y Técnico de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE), que encabeza la misión argentina de 13 especialistas que arribaron hace casi dos meses a Cabo Cañaveral, señaló a un reconocido medio: “Con esta misión satelital nacional, el país se posiciona en un selecto grupo de países capaces de desarrollar la tecnología radar para uso espacial”.
Y agregó detalles respecto de su funcionamiento: “El desarrollo de la tecnología radar permite observar la tierra 24 horas los siete días de la semana, ya sea de día o de noche o haya nubes, lo que le da mucha potencialidad a su uso, porque por cada vez que hacés una captación satelital, inmediatamente tenés datos y una imagen. Esta tecnología, que es más compleja que la óptica, implicó un gran desafío para la Argentina, porque al no contar con antecedentes en el país, tuvimos que empezar prácticamente de cero”.
Desde la casa rosada, el presidente Alberto Fernández remarcó que “no se trata de un satélite más, es un satélite que nos permite conocer muchas cosas de nuestro suelo y prever lo que tenemos que hacer para optimizar nuestros esfuerzo”.
La información brindada por el satélite ayudará, mediante un convenio de colaboración entre el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y la CONAE, a que los productores agropecuarios sepan cuál es el mejor momento para la siembra, fertilización y riego, en cultivos como soja, maíz, trigo y girasol.
Recordemos que la humedad del suelo se comenzó a medir en 1978, a una escala de 25 kilómetros, y que ahora se ha transformado en una de las prioridades para relevar, porque las agencias espaciales lo consideran una variable esencial para poder formular pronósticos climáticos. Con el Saocom se van a estar transmitiendo continuamente mapas de humedad con una resolución espacial de entre 150 y 180 metros, algo único en el mundo.
Orgullo Argentino: algunos mensajes en las redes:
